Desde niño inicio mi práctica en el mundo de las artes marciales y de allí quedo fascinado con la filosofía oriental, fundamentalmente con el taoísmo y el budismo, esto me pone en contacto con el tai chi chuan, el chi Kung y la meditación como vías de autoconciencia. Tal recorrido temprano por el pensamiento oriental aviva en mí las preguntas fundamentales acerca del significado de la existencia humana, la felicidad como pregunta fundamental de la ética, entre otras inquietudes metafísicas, estéticas, epistemológicas y políticas; por lo que decido ingresar a la Universidad Central de Venezuela en la carrera de filosofía de la que egreso haciendo una investigación acerca de la religiosidad popular.
Durante mi formación como filósofo en la Universidad Central de Venezuela, inicio mis lecturas sobre psicoanálisis, lo que me permite comprender complejos fenómenos sociales y culturales que ya ocupaban mi atención y que continúo estudiando durante la maestría en psicología social, ya como investigador del Centro de investigaciones educativas y sociales TEBAS de la Universidad Central de Venezuela.
Pero estudiar la teoría me llevó hasta un puerto, debía comenzar la exploración de mi propia psique, única vía de verdadera comprensión de los conceptos propuestos por Jung. Ya había terminado mi maestría en psicología social y decido iniciar mi formación como analista. Ese fue el comienzo de una aventura que aún no termina y se ha convertido en la fuente de lo que hoy en día es mi vocación y a lo que me dedico.
Junto con mi propio análisis, la formación teórica y las prácticas clínicas supervisadas, comprendí la frase de Dilthey al referirse a las ciencias humanas, denominadas ciencias del espíritu en el S. XIX: “(…) toda comprensión parte de la auto comprensión”.
Egreso primero de la Escuela Venezolana de Psicología Profunda como psicoterapeuta y luego del Instituto Venezolano de Psicología Analítica como analista junguiano.
Durante todo el proceso de formación me intereso por el fenómeno de la sincronicidad, noción vital del corpus teórico de la psicología analítica, por lo que comienzo estudios sobre tradiciones esotéricas de la antigüedad, tales como: tarot, astrología y EI I ching como complemento al proceso de formación académica.
Hoy día integro este recorrido en mi práctica privada en donde la psicoterapia también se nutre y se complementa de conceptos y disciplinas provenientes de tradiciones meditativas y contemplativas. De esta forma, la meditación es una herramienta y al mismo tiempo un marco desde donde planteo una aproximación más holística al sufrimiento humano.